domingo, 10 de enero de 2016

Opinión: Más allá de la obra (o más acá)

Este artículo contiene ciertos destripes de The Beginner's Guide, si eres de los que no quieren saber nada de un juego antes de jugarlo, pues, no sigas.

He jugado a The Beginner's Guide. Por cierto, lo recomiendo, pero este no es el punto. La obra de Davey Wreden habla de los ángeles y demonios del proceso creativo, de cómo se busca mantenerse en la ola cuando ya te has subido y, de una manera lateral, de cómo buscamos superar los hechos presentados en la obra para llegar a la mano que está detrás. Este es el punto.


Wreden, el personaje, comete ese pecado en el juego. No es la primera vez que ocurre. En la música, le solían preguntar a Kurt Cobain sobre sus letras y él contestaba que eran versos sueltos, convenientemente reunidos; John Lennon le rompió el corazoncito a un hippie que se coló en su jardín y tenía hiperidealizado al músico, "sólo soy un tío que hace música" esa es la idea de lo que John le contestó.
vaso medio lleno o medio vacio

Según Umberto Eco, hay tres niveles de interpretación de una obra: la del autor (que es la que nos gustaría conocer si nos ha interesado la pieza), la de la propia obra (también conocida como objetiva, los hechos tal y como son presentados) y la del receptor (o subjetiva y emocional, la que no nos satisface, a veces).



No nos satisface porque no la consideramos como tan verdadera, es el creador el que ha puesto todo eso allí y, a veces, queremos creer que hay una intencionalidad; que nuestra sensación subjetiva no es más elevada que la del autor, perdonadme las generalidades. La verdad es que ambas interpretaciones son igual de válidas, de hecho, no habría que preocuparse siquiera de que el autor ha puesto a un fontanero a rescatar princesas porque son metáforas de los sueños por perseguir.


Esto ocurre porque las piezas artísticas son concebidas como una comunicación, con emisor, mensaje y receptor, y es cierto esto. Pero el arte trasciende la regla de que como el mensaje proviene de un emisor, su contenido no está aleatorizado, al menos a nivel consciente. ¿De verdad que el arte es tan simple como un mero proceso comunicativo? Estoy divagando demasiado, volvamos a los videojuegos.


el final de journey con su protagonista sobrevolando el paisaje montañosoSupongamos que habéis jugado a Journey, y supongamos que la interpretación más vista y entendida es que Journey es un reflejo de la vida en tres o cuatro fases como un viaje; aunque también puede ser el viaje de una criatura humanoide, y punto. The Binding of Isaac es la historia de un niño que lucha contra su infierno interno, o puede ser que esos monstruos estén realmente en el sótano. Puedes quedarte en lo que es la obra, o puedes llegar más profundo y justificarte a ti mismo o al autor. No obstante, esto último es lo que The Beginner's Guide quiere romper al poner a un Wreden narrador explicándote cada detalle del trabajo de un desarrollador que sólo hacía juegos experimentales.


En el arte suelen existir los intérpretes, que suelen ser músicos y actores ejecutando la obra en su estado original, luego el espectador puede hacer un ejercicio de "reinterpretación" de su performance; en The Beginner's Guide la existencia de este narrador no es casualidad, es un truco para rizar el rizo, Wreden interpreta y tú reinterpretas (o quizás no) dejando una imagen distorsionada cuando, en verdad, las cosas son más simples de lo que aparentan.


Lo cierto es que, en su forma cotidiana, cine, música, literatura, son formas de ocio y para los principiantes son disfrutados como tal. Pueden haber pistas enormes o indicios sutiles, ser directos o sugerentes. Despertar sensaciones complejas, divertirte o nutrirte. Pueden serlo todo o ser algo. Y, sin embargo, puedes perderte intentando desenmarañar el puzzle. Al final no se trata de descubrir el sentido de la vida, sino de encontrar tu lugar más adecuado dentro de un gigantesco laberinto.


perspectiva aerea de un gigantesco laberinto

Publicado por "Reka"

No hay comentarios:

Publicar un comentario