El pasado 28 de diciembre moría Lemmy Kilmister, líder de Motorhead, y desgraciadamente no era broma. Este análisis, de un juego en el que él aparecía, va por él. Que le jodan al día de Reyes. Larga vida al metal.
Tim Schafer es un perro viejo en esto de los videojuegos, el fundador de Double Fine ha sido mente de clásicos de aventuras gráficas como The Secret of Monkey Island, Day of the Tentacle o Grim Fandango. Con un curriculum así Brütal Legend debe ser la hostia, lo que es cierto es que viniendo de donde viene el juego tiene carácter y exuda respeto, y la gente llevaba durante largo tiempo pidiendo una secuela. Razones no faltan, es el juego más vendido de la empresa, pero el asunto de Schafer es más un "quiero pero no puedo" y la situación está algo parada. Sigo manteniendo la esperanza.
Veamos, ¿qué es? Un hack and slash, un RTS, un musical, ¿todo ello? La verdad es que Brütal Legend es un tributo al heavy metal puro y una sátira de las tendencias musicales, algunas de ellas. El juego comienza con un pipa, doblado por Jack Black (Santiago Segura en España), en un concierto de una banda de metal moderno más interesada en la popularidad hasta que de pronto y mediante un “Fiat” es transportado al mundo de sus sueños, donde el gran heavy reina. Eddie Riggs, nombre "guiño" como todo el juego, se sumerge en una guerra multifacción donde un ejército demoníaco impera mientras la resistencia humana está desorganizada.
El juego comienza con un tutorial básico del manejo a dos armas a la distancia de un botón rodeado de enemigos, aquí piensas que estás en un Hack'n'Slash, y así es en los primeros ritmos del juego. Te enseñan a hacer solos con la guitarra para atacar, convocar tu vehículo y dirigir tropas. Espera, ¿es un juego de estrategia? Pues si, al principio del juego al enrolarte en Ironheade las primeras misiones van dirigidas a "descubrir" unidades y saber controlarlas hasta que estés listo para tu primera batalla con sus dos bases, explotación de recursos (que son puestos de merchandising de fans, nunca perdiendo el tema de vista) y entrenamiento de unidades manteniendo las mecánicas de acción directa en medio del combate.
Es algo híbrido y fresco, pero difícil de controlar. Estamos acostumbrados a que en un RTS de manual nuestro “yo” se sitúe en el mapa sentado en el trono de nuestra base mientras controla todo. Aquí pasamos a ser el heroico jefe de guerra a la cabeza del ejército, codo con codo con los demás soldados, aunque también podemos volar (a nuestro prota le salen alas) y dirigirlo todo cómodamente, no sería una experiencia completa. Porque las canciones clásicas de heavy metal hablan de épicas batallas, legendarios guerreros y fantasía, eso es una coordinación esencial entre el folklore que maneja la banda sonora y el evento principal del juego y como se desarrolla.
El líder también sangra |
Además, como he dicho antes, las facciones están caracterizadas en forma de sátira, parodia o tributo, porque el juego está plagado de humor, un humor, a veces soez, otras negro y otras gamberro. Ironheade, los humanos, son los herederos del metal, los héroes; la Hair Metal Militia son humanos esclavos de los demonios y están asociados a la época del Glam Metal (sátira como dije); los Tainted Coil son la facción de demonios y tienen asociada música industrial y deshumanizable; y Drowning Doom, una facción de muertos vivientes, sus unidades son, agárrate, góticos y emos, con su soundtrack característica, no hay que decir más.
El ejército de la pena y la muerte, muy conveniente todo |
Al final de todo da igual, Brütal Legend no nació para agradar al máximo número de gente, nació para ser él mismo. Y eso en una industria que te revende la misma fórmula secuela tras secuela es de agradecer y respeto. El juego es bueno, y lo recomiendo, sobretodo porque podréis encontrarlo en Steam, e incluso rebajado, porque cumplir la fantasía del metal no es tan difícil; Hail and Kill, Metal Warriors.
Publicado por "Reka"
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